¿Qué desafíos enfrenta la enseñanza superior para el Siglo XXI?

Desafíos de la Educación Superior

A la luz de los elementos que hemos analizado, ya conocemos que nuestras sociedades requieren para crecer y desarrollarse justa, democrática y sostenible-mente, de individuos con una educación básica de calidad y de cobertura universal.

También hemos analizado que paralelo a los contenidos de calidad de la educación, el desarrollo integral,  individual y social, depende de que promovamos  en los estudiantes de los diferentes ciclos educativos la adquisición de competencias clave, básicas, competencias para la vida.  Ahora analizaremos que sigue después de la enseñanza secundaria.

La formación superior incluye todo tipo de educación profesional posterior a la secundaria.  En el Siglo XXI,  la sociedad de la información y el conocimiento ha generado una enorme demanda de educación superior.  

Además de la diversificación que se requiere para llenar las necesidades del vertiginoso  desarrollo mundial (sin precedentes en la historia),  se necesita de nuestros futuros profesionales en todas las áreas, una especial toma de consciencia acerca de los  nuevos requerimientos de la sociedad, y su implicación en el desarrollo de los países.  

La UNESCO, preocupada por el tema, propone una reforma global para la educación superior y ha promulgado la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI, de donde se extrae:

“La educación superior debe hacer frente a la vez a los retos que suponen las nuevas oportunidades que abren las tecnologías, que mejoran la manera de producir, organizar, difundir y controlar el saber y de acceder al mismo. Deberá garantizarse un acceso equitativo a estas tecnologías en todos los niveles de los sistemas de enseñanza.”

Es un desafío para los países permitir una amplia accesibilidad a la educación superior, que a su vez mantenga elevados estándares de calidad, capaces de competir a nivel internacional. Las nuevas tecnologías no solo han permitido ampliar la gama en la oferta profesional, sino han favorecido la construcción de conocimiento conjunta entre profesionales de todo el mundo.  

¿Estamos los profesionales latinoamericanos listos para el conocimiento global?

En adición a  las competencias para la vida que hemos analizado, los profesionales del presente y el futuro deben estar preparados para un ejercicio laboral flexible, amplio y multidisciplinario que les permita la competitividad personal, empresarial y nacional.  

Más aún, es posible que lo que aprendan durante su formación se transforme pronto y deban reaprender y reinventarse varias veces durante su vida laboral, para lo cual es necesario que aprendan a aprender continuamente, por lo tanto la educación será un ciclo que nunca concluirá.